martes, 17 de marzo de 2015


¿Qué es el mutismo?

El mutismo es un problema de comunicación que afecta tanto a niños como adultos. Se trata de un problema raro que se da en pocos casos. Las personas que padecen mutismo no tienen ningún problema orgánico que les impida hablar o comprender una lengua. Sin embargo, debido a alguna fobia, se resguardan en el silencio.

MutismoCausas y formas del mutismo

El mutismo está relacionado con algún tipo de fobia social. Las personas afectadas tienen un gran miedo a ser el centro de atención y a comportarse de manera embarazosa. El mutismo tiene diversas manifestaciones que se corresponden también con diversas causas.

Mutismo selectivo: Este tipo de mutismo suele darse en niños o jóvenes y con mayor incidencia en las chicas que en los chicos. El mutismo selectivo es difícil de detectar para los padres puesto que en casa o con los amigos el niño se expresa de forma normal. Sin embargo, en otros contextos el niño guarda silencio sistemáticamente. Además de las causas ya descritas también se puede aducir cierta predisposición genética. A menudo pueden detectarse como síntomas del mutismo selectivo la obstinación e inhibición de su comportamiento o incluso la depresión.
Mutismo total: Este es el peor caso de mutismo y por eso también el más sencillo de detectar. Las personas afectadas dejan de hablar. Como detonante puede destacarse algún tipo de experiencia traumática. Muy a menudo el mutismo total está relacionado con la depreseión, la psicosis o algún otro tipo de problemas psiquiátricos. No suele darse en los niños.
Mutismo acinético: En este caso se trata de una alteración neurológica grave que debe diferenciarse del mutismo selectivo y del total. Los afectados no padecen ningún tipo de parálisis y sin embargo, ni hablan, ni se mueven, ni muestran ninguna emoción. Las causas pueden ser daños cerebrales, traumatismos craneo-encefálicos, tumores o la hidrocefalia.

Tratamiento del mutismo

En los casos de mutismo total y selectivo se recomienda una terapia multifactorial. Es una mezcla de terapia lingüística, psicológica, psiquiátrica y familiar. En este sentido, existe una terapia sistémica especialmente concebida para el mutismo que combina medidas lingüísticas y conductivas. Jóvenes y adultos pueden recurrir también a medicamentos antidepresivos. Incluso la homeopatia se ha demostrado efectiva en algunos casos.
En el caso del mutismo acinético la mejora depende del tratamiento de la enfermedad que lo ha causado.

Síntomas de mutismo selectivo en tu hijo

Puesto que el mutsimo selectivo es difícil de detectar es importante que hables con sus profesoras de parvulario acerca del comportamiento comunicativo de tu hijo.
Los siguientes puntos pueden ser indicativos de mutismo. Si compruebas que tu hijo se comporta según algunos de ellos es recomendable que consultes con un pediatra o un psicólogo infantil.
  • Tu hijo guarda silencio frente a determinadas personas o situaciones.
  • Tu hijo nunca habla cuando se encuentra frente a extraños.
  • Tu hijo tiene miedo a actividades físicas como ir en bicicleta o escalar.
  • Tu hijo tiene miedo de ser el centro de atención.
  • Tu hijo se preocupa excesivamente del efecto que produce en los otros.
  • Tu hijo tiene miedo a dormir solo.
  • Tu hijo moja la cama.

¿Timidez o mutismo?

También a los niños tímidos les cuesta hablar con extraños o en situaciones desconocidas. Sin embargo, al contrario que los niños que padecen mutismo, los tímidos responden si se les pregunta o empiezan a hablar una vez se sienten más seguros.

Diagnóstico precoz y tratamiento del mutismo

Si a tu hijo se le ha realizado un diagnóstico temprano de mutismo las posibilidades de que supere la dolencia son elevadas. En ningún caso debes posponer la terapia puesto que las consecuencias del mutismo —como son los problemas escolares, las malas perspectivas de trabajo o las depresiones— pueden lastrar mucho a tu hijo. Sin embargo, como ya hemos dicho, si el mutismo es detectado a tiempo y tratado correctamente las posibilidades de éxito son elevada