miércoles, 13 de marzo de 2013

El SUICIDIO EN ADOLESCENTES

El suicidio en adolescentes es la tercera causa de muerte en la mayoría de los países, y presenta una marcada tendencia al aumento. El suicidio no es un acto impulsivo, sino el fruto de un proceso ocasionado por una vida infeliz. El comportamiento suicida puede tener origen en la niñez, pero esto no basta para que se concrete en un acto suicida, sino que estará favorecido por factores de riesgo.
El suicidio en la adolescencia, es la tercera causa de mortalidad en la mayoría de los países, y con una tendencia al aumento, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Cómo evitar el suicidio en adolescentes:

Una manera de prevenir es mediante la observación de las conductas desde la niñez.
La información que aborde el comportamiento suicida, puede permitir al adolescente ayudarse a sí mismo y a sus iguales, ante una situación de crisis suicida. También contribuye a que padres, familiares y maestros, puedan reconocer los indicios de la presencia de esta conducta en forma prematura, y contribuir a evitar la concreción del hecho.
El conocimiento de los factores de riesgo que contribuyen a la concreción de las ideas suicidas, es una estrategia de prevención.
El suicidio es un proceso, no un acto impulsivo. En general, esta idea ha sido pensada, analizada, desechada y retomada en infinidad de ocasiones. El suicidio es el último síntoma de una existencia infeliz.
Comportamiento suicida:

Suicidio en adolescentesEl comportamiento suicida incluye ciertas expresiones como:

• El deseo de morir: es la inconformidad del sujeto con su vida en el momento presente.
• La representación suicida: son imágenes mentales que el individuo se formulas, y que puede llegar a expresar a otros.
• Las ideas suicidas: son pensamientos orientados a concluir su propia existencia, y puede ser una idea concreta o no.
• La amenaza suicida: son insinuaciones de intenciones suicidas, formuladas a personas vinculadas al individuo, que intentarán evitar que se suicide. Esta manifestación, debe considerarse una petición de ayuda.
• El gesto suicida: es un ademán de concreción del acto suicida, que por lo general no conlleva lesiones de importancia, pero debe ser contemplada con seriedad.
• El intento suicida: conocido como parasuicidio, es una tentativa de autoeliminación, o autoagresión intencionada. Es el acto en el cual el sujeto trata de quitarse la vida, dañándose, pero sin concluir en la muerte.
• El suicidio frustrado: es el acto suicida, que por razones fortuitas, no culmina con la muerte.
• El suicidio accidental: es el realizado con un método desconocido o conocido, pero que el sujeto no esperaba que concluyera con la muerte. Es común en las poblaciones carcelarias que se autoagreden sin intención de muerte, pero que por complicaciones debidas al acto, culmina con el deceso.
• El suicidio intencional: es cualquier lesión autoinfligida intencionalmente con el propósito de morir, y cuyo resultado es la muerte.
Los comportamientos suicidas más comunes son: la idea suicida, el intento de suicidio, el suicidio consumado (accidental o intencional).
Las ideas suicidas son muy comunes en la adolescencia, y esto no necesariamente es un peligro inminente para la vida, a menos que esté asociado a otros factores de riesgo.
El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes que presentan predisposición a esta conducta.
Por cada adolescente que se suicida, hay aproximadamente trescientos intentos.
Factores de riesgo:

Los factores de riesgo suicida son individuales, la peligrosidad varía con cada individuo, son generacionales, genéricos, y condicionados culturalmente.
Los factores de riesgo en la niñez, deben detectarse en la familia, por lo general se trata de familias disfuncionales.
El alcoholismo paterno es un factor de riesgo. También la depresión materna, que además se convierte en estímulo para la depresión infantil, la violencia familiar, y en especial contra los niños, los antecedentes de conductas suicidas en los progenitores, constituyen factores de riesgo.
En la adolescencia, los factores de riesgo son: la pobreza socioeconómica, situaciones familiares adversas, depresión, abuso de sustancias, baja autoestima, exposición a situaciones de riesgo suicida.

Manejo de la crisis suicida en el adolescente:

Ante una crisis suicida en un adolescente, hay ciertos procedimientos convenientes, que pueden ayudar a evitar la concreción del acto.

• Tratarlo con respeto.
• Tomarlo en serio.
• Creer en sus manifestaciones.
• Escucharlo con interés verdadero.
• Ayudarlo a expresar sus sentimientos.
• Averiguar sobre sus intenciones suicidas.
• Trabajar en conjunto para encontrar soluciones alternativas.
• Solicitar autorización para involucrar a las personas más allegadas al adolescente.
• No juzgarlo, y respetar el secreto de sus confesiones.

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